viernes, 25 de septiembre de 2015

Vivir para contarlo.

Hola caracolas!

Hoy hay novedades por el blog, ya que el anterior diseño me parecía muy soso le he dado un poco de color al fondo (aunque tampoco me he destrozado la cabeza al elegir una imagen predeterminada).
También tengo que decir que tengo más visitas registradas desde Estados Unidos que desde España!! Pero esto qué es Mamá! No visitas nada mi blog!! ;)

Bromas aparte y saludado todo el mundo presente, he de decir que hoy estoy oficialmente cansada. Y ojalá tuviera también sueño, pero como no, os voy a contar mi día en Venezia con Juliana y Thomas: COMENZAMOS.

Hoy por fin he dormido lo que se puede considerar aquí hasta tarde un fin de semana, hasta las 10:30. Sí.. sé que en España eso es madrugar.. pero qué le voy a hacer (si mi novia es de derechas) - No lo vais a entender. O quizá sí...- Entendierais el chiste o no, hoy salí a comprar detergente para la lavadora y he logrado usar mi cupón descuento con mi tarjeta de fidelidad de la tienda; así que mi adaptación progresa adecuadamente y me anoto un minipunto.

Después de comer lo que quedaba de la tortilla - Aida a la próxima mejor le echas sal- de la noche anterior me fui en bus hasta Venezia y luego en vaporetto a buscar a mis dos partners in crime de la tarde.
Esto no es mi vaporetto

El plan estaba hecho desde hacía semanas, hoy iríamos a Lido, a la playa. Pero visto que el tiempo no acompaña cuando uno quiere y que amenazaba lluvia, decidimos "aparcar" en Venecia centro y dar una vuelta.

"I look scared in the pic. -Ok, let's try again"
Y nuestro paseo sin rumbo y sin brújula ni mapa (gracias GoogleMaps por recomendarnos permanentemente salir del agua) nos hizo aterrizar en el primer museo gratis que nos cruzamos, el museo de la Música. Sitio oscuro pero con piezas interesantes, incluso un fagot de hace 200 años.

No sabía si atender al edificio, a las estatuas, al cuadro o a los instrumentos...
Mágica!
Un par de vueltas por callejuelas muy pobladas de todo tipo de turistas, de ver góndolas con conciertos, de salir en 30 fotos ajenas sin querer -y queriendo a veces también- y de pelear por un hueco para poder atravesar un puente lleno de gente; llegamos a Campo. Hola pizza!
Olvidad mi cara y mi flequillo tan bien peinado por un momento y observad esa maravilla de pi(ks)a.

Poco rato después Thomas nos abandonó y seguimos nuestra ruta en busca de cosas interesantes y un sitio donde sentarnos a vaguear. Porque como le he dicho a Juliana, estamos en la fase post-emoción y hacer de turistas todo el día mientras estudias es algo agotador. #porquelosErasmustambiénestudiamos

Y siento la necesidad de enseñarle al mundo estas maravillas que encontramos hoy:

dios-mío-pero-qué-preciosidades!
Digamos que hoy fue el día de las fotos, porque al ser fin de semana Venezia estaba lleno de puestos callejeros y turistas, y no nos gusta caminar detrás de grupos organizados persiguiendo a una guía con un paraguas. No es lo nuestro.

Y cómo no, también es el día del helado. Pero aquí casi todos los días es el día del helado, sobre todo cuando conoces a un heladero que te obliga a probar todos los helados gratis antes de elegir uno, y después te regala bonos descuento. Así sí se hace mercado. Nosotras volveremos!
(Hola Nere, aquí se come mejor que en Pontevedra).
No puedo dejar de reírme con esta foto jajaj -parfavar-
Antes de cerrar esta entrada quería decir una cosa, si podéis, id de Erasmus. A donde sea, es una experiencia muy interesante y eso que sólo llevo fuera dos semanas, te encuentras gente de todas las culturas y se aprende muchísimo. Ale, ya me expandiré en otro momento, buonanotte e sogni d'oro!







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